7 razones para practicar yoga

7 razones para practicar yoga

El bienestar va mucho más más allá de la parte física, ya que también incluye la salud mental además de cómo encontrar nuestro propósito individual a través de diferentes actividades y terapias alternativas, todo esto con el fin de convertirnos en seres felices y plenos. Uno de los caminos para implementarlo es mediante la práctica del yoga, pues este se encarga de trabajar al mismo tiempo las emociones, la mente, los sentidos, el alma y el cuerpo.

De acuerdo con el texto hinduista sagrado Bhagavad-Gita y los Yoga Sutras de Patanjali (uno de los darshanas o doctrinas dentro del hinduismo), Yoga significa la unión entre el cuerpo, mente y espíritu y es una filosofía de vida que nos muestra a través del movimiento físico (conocido como asanas) y la meditación, formas de autoconocimiento, así como la gratitud y concentración.

7 razones para practicar yoga

¿Por qué practicar yoga?

Como mencionamos anteriormente, el yoga era conocido como una práctica espiritual hace miles de años y actualmente, es una de las actividades físicas más completas, pues mezcla la fuerza, equilibrio, resistencia y elasticidad a través de sus diferentes posturas, acompañadas de ejercicios de respiración y meditación que presentan una mejora notable en la calidad de vida de las personas que la practican ayudando también a disminuir los niveles de estrés.

La gran noticia es que es una actividad que puede ser practicada por todos independientemente de su condición física o edad, pues sus estilos se dividen en niveles de complejidad. Esta disciplina es para ti si buscas encontrar una nueva forma de autoconocimiento y mejorar tu estilo de vida optando por hábitos más saludables. Te enlistamos las 7 razones que necesitas leer para animarte a practicar yoga:

  1. Reduce ansiedad y estrés: mezclar ejercicio físico con meditación puede contribuir de manera positiva a la disminución del estado de estrés y ansiedad de una manera muy eficaz.
  2. Mejora el rendimiento y la atención: la práctica de yoga ayuda a estimular los distintos lóbulos cerebrales incluyendo la atención, enfoque y concentración.
  3. Fortalece el cuerpo: gracias a la lubricación constante, los músculos se fortalecen a medida que avanzamos en la práctica. Esto significa que además de reforzarlos, evitamos la aparición de ácido láctico, así como la pérdida de masa ósea, logrando presentar una mayor fuerza.
  4. Alivia dolores crónicos: recuerda que es importante verificar que las posturas sean correctas para evitar lesiones y que nos oriente en la forma correcta de alinear nuestro cuerpo, podiendo mejorar el dolor de cuello, espalda, rodillas o dolores más internos.
  5. Quema calorías y ayuda a la pérdida de peso: se ha demostrado que la práctica constante de yoga implica un gasto calórico de aproximadamente 7 kcal/min dependiendo la intensidad, lo que equivale a perder aproximadamente 507 calorías cada hora de práctica. Se recomienda realizarlo al menos 4 veces por semana en sesiones de 45 minutos a 1 hora.
  6. Aumenta la flexibilidad muscular: una de las limitantes principales que experimentan las personas, es creer que las posturas son complicadas, pero es importante explicar que el yoga contribuye a mejorar la flexibilidad de los músculos poco a poco. Al principio podrá resultar un poco complicado, pero con la práctica lograrás dominar las diferentes posiciones.
  7. Implementa el mindfulness: la función principal del mindfulness se centra en experimentar el momento presente de forma consciente, evitando tener pensamientos que nos anclen en el pasado o en el futuro. Esto es posible gracias a la mezcla de respiración y algunas posturas que sugieren fijarnos en cierto punto.

Tipos de yoga para las diferentes necesidades

Existen muchos tipos de yoga y estilos para practicarlos, como es el caso del aeroyoga, pero te queremos explicar más sobre los más practicados para elegir el que se adapte más a tus necesidades.

– Hatha yoga: perfecta para aquellos que quieran iniciarse en esta práctica.
– Yoga kundalini: una buena práctica para aquellos que quieran reducir los niveles de estrés.
– Yoga vinyasa: fortalecer los músculos y aprender nuevas posturas obteniendo una secuencia distinta en cada clase.
– Yoga iyengar: ideal para gente en rehabilitación por lesiones y dolores crónicos.
– Ashtanga yoga: ayuda a la circulación y al fortalecimiento del tronco superior.
– Yin yoga: ayudar a combatir la ansiedad y el estrés, además de incrementar la relajación.
– Yoga restaurativo: ayudará a la relajación muscular, beneficioso para personas en proceso de rehabilitación física y mujeres embarazadas.
– Jivamukti yoga: práctica más espiritual y ética, que incluyen la autorrealización y la meditación.
– Acroyoga: fomentar el trabajo en equipo y de mejorar la fortaleza del cuerpo y el equilibrio.

No te olvides de esto antes de empezar

– Elige un espacio amplio y libre de distracciones, puede ser una habitación dentro de tu casa o incluso en un jardín.
– Utiliza ropa adecuada y cómoda, puedes elegir cualquier opción deportiva.
– Enfócate en lo que estás haciendo y sé consciente de tu respiración. Es el paso más importante, es siempre enfocarte en tu respiración.
– Algunas posturas no saldrán al inicio, así que no fuerces tu cuerpo y permítete fluir en el ejercicio.
– No te olvides de tu botella de agua para mantenerte perfectamente hidratada.
– Recuerda tener tapete de yoga o alguna alfombra para evitar lesiones.
– Complementa con una alimentación variada y nutritiva. Consulta nuestro recetario virtual.

Practica estas 3 posturas para comenzar

  1. Postura de la montaña: Párate con los pies juntos, hombros relajados, el peso distribuido a través de las plantas de los pies, los brazos a los costados, mentón y vista hacia al frente.
  2. Postura del árbol: Comienza con la postura de la montaña, flexiona la rodilla derecha y coloca la planta del pie derecho en la parte interior del muslo izquierdo, entre la rodilla y la ingle. Alza los brazos por encima de la cabeza y junta las palmas de las manos. Por último, relaja los brazos y centra la atención en un punto en el suelo.
  3. Postura del niño: Siéntate sobre los talones, gira el dorso hacia delante, de forma que tu frente descanse frente a ti. Baja el pecho hacia las rodillas tanto como puedas, extendiendo los brazos delante de ti, mantén la postura y concéntrate en la respiración.

Estas son algunas posturas importantes para empezar, puedes ir practicándolas para aumentar la intensidad, fuerza y tiempo de forma gradual. En Nutrioli creemos en el equilibrio y la salud y bienestar natural para sentirte bien por dentro y fuera.

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