Aprende a usar las grasas buenas a favor de tu salud

Aprende a usar las grasas buenas a favor de tu salud

Existen muchas partes de nuestro cuerpo que nos gustarían mejorar y buenos hábitos por empezar a emplear; por ejemplo, brazos más tonificados, mayor fortaleza en el abdomen, mejorar la alimentación, bajar de peso, entre otros, pero ¿realmente conocemos que es eso que hay que “bajar”? Si tu respuesta fue grasa o tejido adiposo, estás en lo correcto, pues es uno de los principales factores que altera nuestra salud y nos vuelve propensos a diferentes enfermedades cardiovasculares.

Para saber cómo contrarrestar los efectos de estas grasas, es importante conocer los distintos tipos que existen, las mejores formas de consumirlas y en qué alimentos encontrarlas. No todas las grasas son malas, incluso algunas son necesarias para el funcionamiento correcto de nuestro organismo. En este artículo te enseñamos mantener un equilibrio entre las grasas que consumimos para aumentar la cantidad y calidad de grasas buenas y disminuir el consumo y presencia de grasas malas.

Aprende a usar las grasas buenas a favor de tu salud

Grasas malas vs grasas buenas

Primero debemos clasificar las grasas en 2 grupos: grasas buenas para nuestro organismo y grasas malas que, en exceso dañan nuestra salud. Las primeras las podemos encontrar como grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas, las segundas como grasas saturadas y grasas trans. Te decimos en donde puedes encontrarlas y sus principales funciones:
Monoinsaturadas: se encuentran en alimentos como el aguacate, aceite de oliva y frutos secos como los cacahuates o las nueces. Sirven para disminuir en gran nivel el colesterol malo (LDL) y aumentan los niveles de colesterol bueno (HDL).

Poliinsaturadas: como lo son el aceite de soya, el pescado y el salmón. Sirven para disminuir la presión arterial, protegen nuestro cerebro, sistema nervioso y disminuyen los niveles de colesterol LDL elevados.

Saturadas: pueden estar presentes en algunos lácteos, mariscos, huevo, carnes y aceites como el de coco, palma y almendra y su exceso, aumenta niveles de colesterol en el organismo.
Trans: son grasas hidrogenadas no naturales y se encuentran principalmente en alimentos envasados o procesados como la margarina o las palomitas de maíz para preparar en el microondas, así como comida rápida, su exceso a la larga pueden obstruir y ocluir las arterias del sistema cardiovascular.

La presencia del colesterol en nuestro sistema cardiovascular

El colesterol es una sustancia parecida a los lípidos y lo podemos ver presente en todas las células de nuestro cuerpo, por lo que podemos decir que son necesarias para producir hormonas y distintas vitaminas; así como ayudar a digerir los alimentos, separando y transportando los nutrientes a otras áreas. Cuando esta sustancia se presenta en exceso puede combinarse con otras formando placas en el sistema circulatorio, esta se pega a las paredes de nuestros vasos sanguíneos y dificulta el flujo correcto, pudiendo provocar distintas enfermedades coronarias. Al igual que las grasas, también existen 2 grupos principales de colesterol:

-Lipoproteínas de alta densidad (HDL): conocido como colesterol “bueno” pues su función principal es transportar el colesterol al hígado, en donde posteriormente se procesa para eliminar el colesterol malo del cuerpo y ser precursor de hormonas y micronutrientes.

-Lipoproteínas de baja densidad (LDL): conocido como colesterol “malo” pues puede acumular un alto nivel de grasa que llegue a ocluir las arterias.
Se les llama lipoproteínas, debido a la combinación de grasas (lípidos) y proteínas. Pero existen un tercer tipo llamado Lipoproteína de muy baja densidad (VLDL), que, a diferencia del LDL, este transporta triglicéridos y no colesterol.

¿Cómo mejorar tu salud con Aceite de oliva?

El aceite de oliva es conocido como “oro líquido” en el mediterráneo no solo por su neutro y delicioso sabor, sino también por la enorme lista de beneficios que tiene para la salud, para la piel e incluso para el cabello. Actualmente, se ha convertido en uno de los alimentos favoritos de miles de chefs reconocidos alrededor del mundo, así como de especialistas en la salud, incluyendo los del corazón.

Un estudio realizado por el Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba reveló que el aceite de oliva puede presentar un efecto positivo contra diferentes enfermedades tales como la inflamación, riesgos cardiovasculares o el estrés oxidativo. Esto es gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados que elevan los niveles de HDL, controla para hipertensión arterial, entre otros beneficios.

Cocina tus platillos con grasas buenas

El aceite de oliva nace de la extracción aceitunas, ingredientes que presentan un alto contenido de omega 9, un tipo de ácidos grasos monoinsaturados que se encarga de reducir los niveles de colesterol y fortalece el sistema inmunológico. La ingesta diaria recomendada es aproximadamente de 2-3 cucharadas. Te compartimos los mejores consejos para incorporar Oli de Nutrioli Aceite de Oliva en tu alimentación:

– Usa Oli Extra Virgen en preparaciones frías como: Vinagretas, marinados, pestos, pastas, salsas.

– Usa Oli Aceite de oliva para freír, pues mantiene sus propiedades y beneficios a la salud como antioxidantes naturales y Omega 9, incluso a temperaturas altas debido a su alto punto de humeo.

¿Quieres más ideas?… #Olinspírate con más de 200 recetas saludables con Oli de Nutrioli en Nutrioli.com

También te puede interesar:

¿Por qué aumentar la ingesta de verduras en época de calor?

ENTRAR

Dile «hola» a una vida saludable a través de tu alimentación

ENTRAR

Conoce Bienestares Nutrioli y cómo te ayudará a alcanzar tus metas este año

ENTRAR