El invierno trae consigo temperaturas bajas, y como consecuencia una mayor vulnerabilidad a resfriados y enfermedades. Durante esta época, es esencial cuidar la salud y reforzar el sistema inmunológico a través de una alimentación equilibrada y rica en nutrientes. El aceite de oliva, conocido por sus propiedades saludables, se convierte en un aliado indispensable para proteger el cuerpo durante las épocas frías.
El aceite de oliva y el sistema inmunológico
En el invierno nuestro sistema inmunológico está más propenso a debilitarse debido a la falta de luz solar, el frío, el estrés estacional, cambios de temperatura etc. El aceite de oliva que es rico en antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles, ayuda a combatir los radicales libres que afectan negativamente a las defensas del cuerpo.
Según encontramos en el artículo de Mejor con Salud, los compuestos presentes en el aceite de oliva extra virgen tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico. Consumirlo regularmente puede ayudar a prevenir resfriados comunes y otras infecciones típicas de esta temporada (Mejor con Salud, s.f.).
El aceite de oliva y la digestión
Durante el invierno, es común consumir comidas con menos verduras y ricas en calorías, lo que puede afectar la digestión. El aceite de oliva, gracias a sus propiedades digestivas naturales, facilita la absorción de nutrientes y puede regular el tránsito intestinal.
Incorporar aceite de oliva en recetas como sopas, platos fuertes o verduras además de mejorar el sabor de los alimentos, también favorece la salud intestinal. Su alto contenido de grasas saludables ayuda a lubricar el sistema digestivo, promoviendo una mejor absorción de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.
El aceite de oliva y protección cardiovascular
Las bajas temperaturas pueden afectar la salud cardiovascular, ya que el frio estimula la contracción de los vasos sanguíneos para conservar el calor corporal, esto puede llegar a elevar la presión arterial en algunas personas. El aceite de oliva es una excelente fuente de grasas monoinsaturadas, que puede ayudar a relajar los vasos sanguíneos, disminuyendo la contracción por el frío, lo que favorece la salud del corazón.
Además, cuenta con polifenoles que contribuyen a mejorar la elasticidad de las arterias y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Consumirlo regularmente es una buena opción para cuidar la salud cardiovascular.
Propiedades antioxidantes para prevenir enfermedades estacionales
El aceite de oliva es rico en antioxidantes naturales que ayudan a fortalecer las células del cuerpo frente a las agresiones externas. En invierno, cuando el sistema inmunológico trabaja más para combatir virus y bacterias, estos antioxidantes pueden marcar una gran diferencia.
Los polifenoles y la vitamina E presentes en el aceite de oliva actúan como una barrera protectora, ayudando a reducir la inflamación y a prevenir enfermedades estacionales. Además, estas propiedades antioxidantes también contribuyen a mantener una piel hidratada y protegida del frío.
El aceite de oliva no solo es un ingrediente delicioso y versátil, sino también una herramienta poderosa para mantener la salud durante el invierno. Desde fortalecer el sistema inmunológico hasta proteger el corazón y mejorar la digestión, este «oro líquido» se convierte en un imprescindible en la cocina de quienes buscan un estilo de vida saludable.
Incorporar aceite de oliva en tus comidas diarias es una manera sencilla y efectiva de cuidarte mientras disfrutas de sus múltiples beneficios. Enfrenta el invierno con bienestar y sabor.
Referencia
Mejor con Salud. (s.f.). 10 sorprendentes beneficios del aceite de oliva extra virgen. Recuperado de https://mejorconsalud.as.com/10-sorprendentes-beneficios-del-aceite-oliva-extra-virgen/#google_vignette