1. Desconecta los aparatos que no utilices

Uno de los hábitos más simples y efectivos para reducir el consumo energético en la cocina es desconectar los aparatos eléctricos cuando no están en uso. Aunque algunos dispositivos, como el horno microondas o la cafetera, parezcan apagados, siguen consumiendo energía en modo de espera. Este “consumo fantasma” puede sumarse significativamente a tu factura eléctrica y a tu huella de carbono.

Como el sitio web Engel Energy indica “todos los aparatos que estén enchufados, aunque estén apagados, consumen energía y tomar medidas para reducir el consumo fantasma es importante. Tendrá un impacto positivo en nuestros gastos y en el medio ambiente”.

2. Utensilios duraderos

Elegir utensilios de cocina de buena calidad te dará beneficios a largo plazo y también ayuda a reducir el impacto ambiental. Opta por materiales como acero inoxidable, hierro fundido o madera en lugar de plástico, que se desgasta más rápido y termina en vertederos. Estos materiales duraderos son más resistentes, tienen una vida útil más larga, requieren menos energía en su producción y en algunos casos pueden ser reciclables.

Los recipientes reutilizables de vidrio o acero inoxidable también son excelentes opciones para almacenar alimentos. Además de ser más seguros que los de plástico.

3. Usa el tamaño adecuado de olla y sartén

Un truco sencillo para ahorrar energía al cocinar es asegurarse de utilizar el tamaño adecuado de olla o sartén según la cantidad de comida que prepares. Usar una olla grande para cocinar pequeñas porciones desperdicia calor y energía, ya que requiere más tiempo para calentarse y mantener la temperatura.

Otra estrategia es utilizar tapas en ollas y sartenes, esto atrapa el calor y permite que los alimentos se cocinen más rápido, lo que reduce el consumo de gas o electricidad.

4. Minimiza el desperdicio de alimentos

Uno de los mayores desafíos ambientales en la cocina es el desperdicio de alimentos. Cada vez que tiramos comida a la basura, también estamos tirando recursos valiosos como agua y energía. Para minimizar el desperdicio de alimentos, planifica tus comidas con anticipación para que puedas realizar una lista de compras basada en lo que realmente necesitas.

5. Reciclaje

Otra forma de reducir el impacto ambiental en la cocina es asegurarse de reciclar correctamente los envases de los productos que utilizamos a diario. En el caso de los envases de Nutrioli (PET, aluminio y vidrio) son 100% reciclables y puedes encontrar el centro de reciclaje más cercano en el mapa de Ecolana.

Ingresa a la página Bien Actuar para conocer cómo puedes preparar los envases antes de llevar al reciclaje.

6. Compra a granel y reduce los envases

Otro consejo para lograr una cocina más ecológica es comprar a granel siempre que sea posible. Al adquirir productos como cereales, legumbres, nueces y especias en tiendas a granel, se reduce la cantidad de envases plásticos desechables.

Esta práctica también te permite comprar solo lo necesario, evitando el desperdicio de alimentos que suelen quedarse en la despensa hasta caducar.

7. Prácticas sostenibles en la cocina

Una manera sencilla de reducir el impacto ambiental al cocinar es elegir ingredientes locales y de temporada. Los productos locales son más frescos y requieren menos energía para su transporte y almacenamiento lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, los ingredientes de temporada suelen ser más económicos y tienen un menor impacto ambiental.

Cocinar de manera más responsable no requiere de grandes cambios, solo pequeños ajustes en nuestras rutinas diarias. Incorporar prácticas sostenibles en la cocina no solo beneficia al planeta, sino que también nos ayuda a adoptar un estilo de vida más responsable y consciente con el medio ambiente.

Referencia:
Engel Energy. (n.d.). Consumo fantasma de electricidad: Qué es y cómo evitarlo. https://engelenergy.es/blog/consumo-fantasma-electricidad/
Ecolana. (n.d.). Nutrioli: Reciclaje de envases. https://ecolana.com.mx/campana/nutrioli