Juega con la variedad de colores

Una presentación visualmente atractiva comienza con una combinación de colores llamativos. Mezcla verduras, frutas, carnes y condimentos que aporten contraste en tonalidades. Por ejemplo, una ensalada con tomates rojos, espinacas verdes, zanahorias naranjas y maíz amarillo será un festín para los ojos. Esto ayuda a que los sabores sean variados y haya una gran variedad de nutrientes. Te compartimos esta práctica receta que juega con los colores y sabores: Ensalada Caprese con Prosciutto

Cuida la presentación

El plato es un lienzo, ¡úsalo! Considera la disposición de los alimentos para crear armonía y equilibrio visual. Utiliza platos de diferentes formas y tamaños para dar profundidad a la presentación. Juega con la simetría y la asimetría para crear impacto visual. Puedes usar Oli Aceite de Oliva Extra Virgen al final de la preparación para darle un toque fresco o resaltar los sabores de tus platillos.

Incorpora técnicas de corte

El corte de los alimentos puede cambiar por completo la percepción de un platillo. Prueba diferentes técnicas de corte, como juliana, en pequeños cubos o en diagonal. Incluso puedes jugar con los tamaños entre carnes y verduras para darte más vista al plato. Un simple cambio en la presentación de las verduras o carnes puede hacer que un platillo pase de ordinario a extraordinario.

Añade texturas

Los contrastes de textura pueden elevar la experiencia gastronómica. Agrega elementos crujientes como nueces, semillas tostadas, totopos o crotones a tus ensaladas y sopas. También puedes jugar con texturas suaves y cremosas para complementar la consistencia de carnes o asados. Te dejamos algunas ideas de recetas que te pueden encantar: Ensalada mediterránea con albóndigas y Pescado almendrado y cuscús.

Usa hierbas frescas y especias

Las hierbas frescas y las especias son el secreto para darle un toque especial a tus preparaciones. No subestimes el poder de un poco de perejil fresco picado, cilantro o albahaca esparcidos sobre tus platillos. Además, experimenta con diferentes mezclas de especias para añadir profundidad de sabor tanto en la preparación como para adornar el plato.

Usa una vajilla adecuada

El plato en el que sirves tu creación también es esencial. Elige vajilla que complemente la presentación y el estilo del platillo. Los platos blancos suelen realzar los colores de los alimentos, mientras que los platos más oscuros pueden dar un toque de elegancia. Juega con los tamaños, colores y formas para que encuentres tu estilo o el estilo que mejor vaya a tus preparaciones. ¡Experimenta! No hay un patrón a seguir, así que, si tienes alguna idea de acomodo, plásmala en tu mesa.

Juega con las técnicas de cocción

La forma en que cocinas los alimentos puede marcar una gran diferencia en el sabor y la presentación. Prueba diferentes técnicas como a baja temperatura, grill, horneado, salteado o cocción al vapor para resaltar los sabores naturales de los ingredientes. También juega con las técnicas, es decir puedes hacer vegetales salteados que acompañen a una preparación horneada para jugar con las texturas y términos de todo el platillo.

Equilibrio entre sabor, aroma y presentación

Recuerda que la presentación no debe sacrificar el sabor. Encuentra un equilibrio entre la estética y el gusto. Un plato decorado, pero insípido no dejará una experiencia memorable, así que asegúrate de que el sabor esté a la par con la apariencia. Arriésgate a experimentar en cada platillo y presentación, poco a poco irás encontrando la forma de hacerlo.

Para darle un twist a tus platillos es necesario combinar técnicas culinarias, ingredientes frescos y una presentación cuidadosa para poder transformar un simple plato en una obra de arte culinaria que sorprenda.

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